El crimen ya está hecho, y no hay lamento perra.

Que pena que de un segundo a otro, pasarai de ser algo tan importante, a significarme tan poco.
Que pena, que me demostrarai que yo soy mas madura que tu. Eris una pobre pendeja llorona.

Hoy día llegue a la casa. Una casa extraña, desconocida. Yo no vivía ahí.
Adentro vi a los abuelos y no los  salude. Vi al victor pero no lo miire. Y ahi estaba esa mujer, esa mujer demacrada, esa mujer desconocida, vieja, enferma. Culpable.
 Esa mujer se llamaba Marlene.

Recurdo como saltaste encima de mis cosas ladrando y desesperá. Y dudo olvidarlo algun dia.
Como me dijiste todas esas cosas. Como te detesto.

Me gusta sentir todas esas cosas por ti cada día. Me gusta enamorarme de ti como me enamoro todos los días.
Me gusta que mi todo te haya escogido a ti.

Me apena que mires adentro cada vez que estamos cercanamente afuera. ¿Qué buscas? ¿Que buscas ahí dentro? ¿Que pretendes encontrar? Una mirada, un saludo, un recuerdo, algo quizas medio escondido u olvidado. Algo que pincha, que cala aún fuerte. Aunque sea parte de una historia ya incinerada.
No puedo superarlo, y tú tampoco has podido. Dimelo, no has podido.
Me pena, y a ti tambien. En sueños, en palabras o canciones, lugares, pasajes, calles, tu colegio, proximidades al mio, en pesadillas y sueños hostiles y siniestros.
Tu y yo sabemos de que se trata.