La conocí en secreto, era una profuga desnuda, su alma llevaba armadura, no me inspiraba ternura.
Me llevó a la locura.
De juergas sin cura, pero me encantó su forma. Diseñó mi vida con una nueva norma y ahora se torna mas fuerte en consciencia.
Ella es la esencia de una vida en paciencia dando sin recibir frutos, el silencio agobiante vestido de luto.
Minuto a minuto, disfruto la calma y el vigor absoluto.
En cuatro muros redacta cuando la tinta se adapta.
Ella firma el acta de mi libertad y no se retracta. Intacta sigue nuestra amistad, en secreto impacta, corazones débiles capta de baja y no basta ignorarla cuando atrapan su lazo. Algunos se someten a su dictadura y otros mueren a balazo o por suicidio. No se sienten los pasos de su confidente, la muerte, y va desinhibida y sin odio.
Ella es el repudio del mundo, la amante de un vagabundo inmundo, insalubre entre la mugre, paisajes lúgubres. Su cara descubre a lo lejos.
¿Que vei con rechazo pendejo?, mírala con respeto porque será tu compañera cuanto estés viejo, cansado, nadie a tu lado, devastado y sin suerte. Vivirá contigo los últimos minutos esperando su muerte.
Se siente su presencia fugaz. Está detrás de tu pieza, viste un disfraz de tristeza y te intoxica como fuga de gas. No es valorá por casi nadie, se ve en la calle acompañando a niños tímidos, sin cariño, pero de a poco ayuda. Puede llegar a sofocar peces en tu cabeza y dudas. Nadie la entiende, nadie la tolera. No comprende que enciende en mi el fuego cuando ella está fuera.
Pasa que para mi es primavera el invierno, triste y húmedo.
Ya no hay problemas.
¿Sabí de quien te hablo?
Su nombre es Soledad y me espera.